Mi vida cambió radicalmente en marzo de 2020. Podéis llamarme ingenuo, pero realmente pensaba que las constituciones nos protegían de la tiranía, especialmente en el "occidente civilizado".
Descubrir que todo era una ilusión fue extremadamente doloroso. Ver que la inmensa mayoría de la sociedad aprobaba la destrucción de la libertad e incluso aplaudía, fue aún más doloroso.
He estado muy enfadado durante mucho tiempo. Entiendo que la gente tuviera miedo a morir y que la propaganda y la censura no les dejaran ver que todo era una estafa, sin embargo me pregunto: ¿tener miedo a morir es una justificación para aprobar la creación de un mundo totalitario distópico? En mi opinión no lo es.
¡No hay que proteger la vida a costa de la libertad, sino que hay que proteger la libertad a costa de la vida!
Llevo tres años hablando y reflexionando sobre la distopía. No dejo de preguntarme cómo es posible que la gente, sobre todo la "más instruida", no vea lo que está pasando. ¿Son todos corruptos? ¿Son todos cobardes? ¿Qué son? O tal vez nunca hayan comprendido el significado real de la palabra distopía...
¿Qué es una distopía? Aparte de la definición que se puede encontrar en el vocabulario, para mí una distopía es exactamente lo que hemos vivido: una sociedad completamente enloquecida.
¿Van a mejorar las cosas? Pues no lo parece. Es cierto que la mayoría de las medidas "pandémicas" han desaparecido, pero podrían volver a ponerse en marcha en cualquier momento. Todo lo que necesitan es imaginar el nombre de un falso virus y sus falsas variantes, presentar imágenes y noticias falsas en los medios de comunicación y ordenar a todos los gobiernos títeres que vuelvan a declarar la emergencia.
Y si no lo vuelven a hacer con la excusa de un nuevo falso virus, seguro que lo harán con la excusa del falso cambio climático, por lo tanto las cosas no tienen buena pinta.
¿Qué podemos hacer al respecto? La mayoría de la gente ni siquiera sabe lo que está ocurriendo. Entre los que lo saben, muchos miran para otro lado y siguen viviendo sus vidas como si nada estuviera ocurriendo. A menudo pienso que ellos llevan una vida más feliz que la mía, pero no puedo dejar de ver lo que he visto, ni volver a ser la persona que era antes de marzo de 2020.
No puedo olvidar. No puedo perdonar. No puedo detener el impulso interior que llena todo mi ser y me empuja a querer hacer algo al respecto.
He estado en contra de la pena de muerte durante toda mi vida, pero ya no opino lo mismo, sobre todo en relación con los culpables de la horrible situación en la que nos encontramos. Dudo que llegue a suceder, pero vería con gusto juicios y ejecuciones públicas de los que nos hicieron todo esto.
No puedo dejar de intentar hacer algo. Si no lo hiciera, no podría dormir por la noche, porque no estaría en paz con mi conciencia.
Por eso seguís viendo publicaciones de Counterpropaganda. Es mi manera, quizá inútil, de oponer resistencia.
Escrito por Counterpropaganda
La frustración de ver a familiares y amigos completamente absorbidos por el relato, sin rastro de pensamiento crítico, sin atisbo de duda razonada, mientras me señalaban con su dedo acusador o me apartaban de su vida por insistir en mis argumentos, ha sido una experiencia difícil por no decir traumática. Si no hubiera encontrado por el camino a gente inspiradora como tú, habría sido aún peor.
Quién sabe... Quizá al final tanto sufrimiento sirva de algo y una parte de la humanidad logre salir adelante libre y soberana, autogestionada, desideologizada, insobornable. O quizá no, ¿qué sé yo? Solo soy un humilde comunista liberal, o liberal comunista... Ya no estoy seguro en qué orden. Ya no estoy seguro de nada, más que de mi afán interior de verdad y libertad. GRACIAS.
Luciano, nos has aportado a mucha gente mucha luz todo este tiempo. Miles de gracias