Todo arte, todo folclore, toda tradición parecen perdidos, evaporados en la nube tóxica del progreso. Todo se difumina: las peculiaridades que distinguen a una nación, las "diversidades" entre los individuos, aniquiladas en nombre de una falsa igualdad que aumenta la brecha entre la clase dirigente y el pueblo. Todos somos iguales, excepto los que mandan. Debemos consumir los mismos productos, vestirnos de manera especular, pensar en una sola dirección, aplanarnos interiormente.
En este sentido, el pensamiento de Evola es especialmente pertinente para nuestra época. Afirmó que:
"Desde hace tiempo, una gran parte de la humanidad occidental considera natural que la existencia carezca de sentido real y no deba ordenarse a ningún principio superior, por lo que se ha conformado con vivirla de la forma más soportable y menos desagradable posible. Esto, sin embargo, tiene como contrapartida y consecuencia inevitable una vida interior cada vez más reducida, informe y fugaz, una disolución creciente de toda rectitud y calidad de carácter."
Nada de valores inspiradores, todo alimentado por el Leviatán moderno en nombre del ''aguante'' de la vida... así es como nos encaramos a nuestra época.
Las implicaciones en el plano económico no son más que la consecuencia directa del desarme cultural en curso, destinado a anular toda peculiaridad y toda forma de "diversidad", incluidas las realidades microeconómicas. El "carácter" individual y colectivo se sacrifica en el "altar" del nuevo mundo, modelado y conformado al diseño que se está llevando a cabo.
Preservar el concepto de "identidad", exterior e interior, es por tanto vital para la supervivencia de nuestra generación que, más que consumir, está siendo consumida, engullida por el nuevo orden impuesto.
Fuente: https://www.weltanschauung.info/2017/03/tramonto-occidentale.html
Traducido por Counterpropaganda
Bueno, es uno de los tópicos que se vienen usando desatinadamente desde hace tiempo: Ese de la falta de valores, de ideales, etc. Es mentira. El Régimen funciona vendiendo ideales, doctrina, ilusiones, Futuros de todo tipo. Simplemente les han cambiado de nombre y forma, y los que creían en las doctrinas antiguas piensan que se "derrumba" la Fe. De eso nada. Por poner un ejemplo, la antigua gloria que nos prometían los curas (a cambio de jodernos ahora, de sacrificarnos, de no vivir y de estar pendiente y sujetos a ellos), la han cambiado por la Felicidad (palabra hoy día casi sagrada). El que piense que eso de la Felicidad es de esta vida, se equivoca. La Felicidad es también Futuro y por tanto tan lejano como la misma muerte. Mañana es tan mentira como mi muerte futura. Nunca está aquí. Solo está aquí su idea, y en nombre de ella, ¿qué hay que hacer? Lo mismo que antes: obedecer, sacrificarse, disciplinarse. En el análisis del Régimen que iremos publicando en Contra el Encierro, se intentará hacer ver como hoy día, la gente está más disciplinada que nunca: todo tipo de actividades, regímenes, terapias, formaciones, gimnasios, cursos de motivación.... todo para el Futuro. Todo en nombre del Ideal.