¿A qué vienen todas esas lágrimas falsas?
Rachel Maddow fingió llorar por los "niños enjaulados". Matt Hancock fingió llorar por las vacunas Covid. Sarah Sidner fingió llorar por Covid. Anderson Cooper fingió llorar sobre Israel, también lo hizo John Kirby. Van Jones fingió llorar después de que Biden "ganara" las "elecciones" de 2020. Adam Schiff y Adam Kinzinger fingieron llorar sobre el 6 de enero.
Don Lemon finge llorar por casi todo.
Todos lo hacen, y todos lo hacen muy mal.
Y hablando de fingir mal, ¿recuerdas esas primeras fotos de personas en China tiradas en la calle, tiesas como tablas, supuestamente asesinadas por "Covid"?
Como si este nuevo virus aterrador te fulminara a mitad de camino y cayeras de espaldas al suelo en una caída perfecta de película muda.
Y no es sólo "Covid".
Durante el periodo previo a las elecciones de 2020 "fingir mal" ocurría por todas partes.
Nos decían una y otra vez: "Va a parecer que ha ganado Trump, pero luego ganará Biden en el último minuto por los votos por correo".
Y vaya si tenían razón.
De la nada Joe Biden - 'Tío Joe el Tenebroso' - que a principios de 2020 era obviamente el candidato demócrata menos popular, y obviamente senil - se transformó en el candidato presidencial más popular
de TODOS LOS TIEMPOS...
...batiendo el récord de votos populares por más de 13 millones de votos.
Tal es el poder de fingir mal, cuando te importan una mierda la plausibilidad o los aburridos detalles de los precedentes históricos.
Eso fue, por supuesto, tras el "giro milagroso" de Biden en las primarias, donde las derrotas masivas en Iowa y New Hampshire dejaron su campaña "tambaleándose al borde del abismo".
La noche de las elecciones nos presentaron gráficos mal fingidos como éste:
Informaron de que el recuento del primer 99% de los votos llevó unas horas, y que el recuento del último 1% en un par de estados indecisos llevó dos semanas.
...y nos dijeron que todo esto era totalmente normal y que cualquiera que dijera lo contrario era un "negacionista de las elecciones".
El 6 de enero de 2021 te mostraron una "insurrección" -una palabra que solía significar "un intento armado de hacerse con el control de un gobierno por la fuerza", pero que ahora significa "un tipo con un gorro de búfalo poniendo los pies sobre la mesa de Nancy Pelosi".
Luego te dijeron que temieras por el destino de una "democracia" que su descarada manipulación electoral acababa de demostrar que no existe.
Fingir de mala manera en su versión más descarada.
Seamos honestos, las frecuencias llevan saturadas de esto al menos desde 2020.
Recuerda a esos adorables médicos y enfermeras grabando vídeos musicales cada vez más elaborados durante una supuesta pandemia mortal.
O médicos diciendo que los manifestantes de Black Lives Matter no tienen que quedarse en casa o distanciarse socialmente porque "el racismo es una pandemia peor".
Claramente mal fingido.
La guerra entre Israel y Hamás ya ha producido escenas similares.
Quiero decir, ¿qué se supone que nos está diciendo esta secuencia de drones de Busby Berkeley en 4K?
Decenas de mujeres perfectamente sincronizadas y coreografiadas haciendo posturas de yoga sobre carteles de supuestos rehenes como si fuera lo más normal del mundo, cuando simplemente NO lo es, ¿verdad?
¿Quién responde a la toma de un ser querido como rehén llamando a todos sus amigos y organizando una sesión de yoga sincronizada?
Entonces, ¿qué estamos viendo? ¿Qué relación tiene esto con el mundo real?
Y no nos olvidemos de los "terroristas" en parapentes motorizados que se adentran tranquilamente en algunos de los espacios aéreos más defendidos del planeta.
Y, por supuesto, Hamás, que opera desde la "mayor prisión al aire libre del mundo", con sólo un par de horas de electricidad al día y alimentos y agua potable limitados, pero que de alguna manera monta vídeos musicales de alta definición editados profesionalmente en los que se les ve fabricando armas improvisadas.
...y se supone que no debemos preguntar "¿cómo?" o "¿por qué?".
Tras el supuesto bombardeo del hospital Al-Ahli Arab, los médicos convocaron una rueda de prensa rodeados de cadáveres:
Entonces, ¿llevaron los cadáveres al podio o el podio a los cadáveres?
¿Y POR QUÉ exactamente en ambos casos?
¿Es sensato? ¿Es respetuoso? ¿Es incluso higiénico?
Apilar los cadáveres, luego pasar cables eléctricos y de audio por encima de ellos. Cuando hace mucho calor, bajo las brillantes luces de la televisión.
Es de suponer que las familias de luto tuvieron que esperar a recoger a sus muertos hasta después de la rueda de prensa. Ojalá no les haya molestado.
Es decir, a ti te parecería bien que utilizaran a tu ser querido fallecido como decorado para una rueda de prensa, ¿no?
Mientras tanto, Israel seguía bombardeando una zona urbana relativamente pequeña y muy densamente poblada en nombre de la "salvación de rehenes" que a) no habían hecho aparentemente ningún esfuerzo por recuperar y b) podrían haber estado fácilmente dentro de uno o más de los edificios que estaban arrasando.
Y NO, por favor, no estoy diciendo que la gente no se esté muriendo. No te agarres a esa fácil y perezosa suposición como razón para desconectar.
La gente está muriendo. La gente está siendo asesinada. Y degradada. Y sus cadáveres utilizados como decorado para la agenda globalista. Ese es tanto el objetivo como el método.
Pero eso no cambia el hecho de que la racionalización narrativa para la matanza y para muchas otras cosas es una auténtica locura.
Y están condicionando a la gente para que no lo diga y, finalmente, para que ni siquiera lo vea.
Mira a tu alrededor, obsérvalo mientras puedas.
Matan a personas mientras afirman que salvan vidas.
Promueven vacunas mientras admiten que no funcionan.
Presentan lo físicamente imposible como una realidad actual.
Invierten completamente el significado de las palabras y, sin embargo, afirman que nada ha cambiado.
Atacan la razón como irracionalidad y te dicen que la locura es sensatez.
Pintan la farsa como tragedia y la tragedia real como "mal necesario".
Se ríen y te dicen que lloran.
Informan casi literalmente de que 2+2=5 y llaman "negacionista del 5" a cualquiera que afirme que es igual a 4.
¿Es esto sólo el síntoma de una clase dirigente y unos medios de comunicación tan alejados de la experiencia humana normal que ya no la entienden lo suficientemente bien como para fingirla?
Quizás. Pero creo que podría ser algo más.
Escúchame...
Ya he argumentado antes que uno de los principales objetivos de la agenda de la nueva normalidad es perturbar la relación de cada individuo humano con el mundo real.
En mi artículo sobre el "Pacto Mundial Digital" de la ONU lo describí así:
El objetivo final de la política globalista es el control de todos los aspectos de la vida, logrado mediante la inserción de un filtro digital entre las personas y la realidad. Banca, comunicación, consumo de medios, compras. Todas las interacciones se realizarán a través de una membrana digital que podrá controlar tus intercambios con el mundo y, si lo considera necesario, negarte el acceso a ese mundo.
Al hacer que cada compra sea remota, que cada interacción sea digital, pueden perturbar la capacidad de todo el mundo para interactuar con la realidad.
Sin embargo, también podría estar en juego una política más sutil y potencialmente destructiva, que ataca la capacidad de las personas para comprender o incluso percibir esa realidad.
Una guerra contra, a falta de una palabra mejor, la realidad: las leyes físicas que gobiernan nuestro mundo, las respuestas emocionales de humano a humano, la existencia misma del pensamiento racional.
Esta es la pérfida irrealidad de la "nueva normalidad": Alimentar y normalizar un estado persistente y omnipresente de no-realidad.
¿Por qué? ¿Cuál es el beneficio de cultivar la irrealidad?
Es una pregunta complicada con un sinfín de posibles respuestas entrelazadas.
Ya he escrito antes sobre la tendencia del individuo psicópata a mentir sin ningún propósito, a mentir incluso cuando la verdad serviría mejor a sus intereses. Esto se debe a que los psicópatas son adictos al control, y la máxima expresión de control es crear un mundo falso y hacer que la gente viva en él.
Esto se aplica tanto a las instituciones como a los individuos. Quizá más. Para una élite dominante autoritaria, los relatos demenciales sirven tanto de prueba de lealtad como de ritual de humillación.
Si te dan algo imposible de creer y no lo cuestionas, estás demostrando mayor lealtad a la autoridad que está por encima de ti que a la realidad que te rodea.
Cuanto más absurda es la mentira que crees - o dices creer - más leal eres al Partido. Cuanto más enroscas tu propia mente a las órdenes de la clase dirigente, más te hundes en la obediencia, más te humillas.
Cuanto más te humillas, más dejas de ser tú mismo.
La humillación es la máxima demostración de control, y demostrar control es importante para una estructura de poder aferrada a la inseguridad y siempre al borde del colapso.
Esta idea de control social a través de la creencia colectiva es anterior a Covid y data de décadas atrás.
Por ejemplo, la "teoría de la bala mágica", una explicación que no es tal. Física teórica llevada al límite.
Incluye literalmente la palabra "magia".
Y la gente lo repetía, tal vez incluso se lo creía, en lugar de enfrentarse al mundo real en el que esa idea era claramente ridícula.
Cambiando su cordura por la comodidad de pertenecer.
Contar mentiras escandalosamente disparatadas te permite demostrar tu poder sobre la gente. Pero también te permite cultivar ese poder. Preparar el terreno para que las mentiras útiles arraiguen con facilidad.
Porque es más fácil engañar a la gente que no tiene ni idea de lo que significa la verdad. Porque si consigo convencerles de que abandonen el sentido común, mis narraciones dejan de estar atadas por la aplastante monotonía de la causalidad, el tiempo lineal o las leyes de la física.
En un mundo sin razón ni regla, todo lo que te cuento se vuelve inherentemente creíble. En un mundo donde nada es verdad, cualquier cosa podría serlo.
Puedo decirte que si te quito el dinero nos enriquecemos los dos, y nunca te darás cuenta de que te estoy robando.
Puedo decirte que los barrotes y las cadenas son una expresión de libertad, y nunca te darás cuenta de que eres mi esclavo.
En resumen, utilizan narrativas disparatadas para erosionar la idea de verdad objetiva, porque si ni siquiera sabes que tal cosa existe eres mucho más fácil de controlar.
Esta es la pérfida irrealidad de la "nueva normalidad". No se trata sólo de engaño, falsedad o propaganda.
Se trata de quebrar tu espíritu y tu mente.
Fuente: https://off-guardian.org/2024/01/05/the-perfidious-unreality-of-the-new-normal/
Traducido por Counterpropaganda
Fantástico análisis para comprender la psicopatía de lo controladores. Gracias por tus traducciones, son imprescindibles para despertar. Un abrazo fuerte
Excelente artículo!!!