Insectos y vino
La lluvia, mezclada con nieve, tintineaba rítmicamente en los grandes ventanales del edificio gubernamental, como una aguja que marca inexorablemente el paso del tiempo. El agua, purificadora y vivificante, lavaba los últimos coletazos del otoño, sirviendo de faro para un invierno que se perfilaba más gris y crudo de lo habitual. La gran sala, finamente amueblada y adornada con numerosas antigüedades y majestuosos cuadros, estaba calentada a la perfección.
En el centro, la inmensa mesa, elegantemente dispuesta y llena de todo lo bueno, como si la hubiera preparado el propio Lúculo, estaba preparada, como de costumbre, para la cena que se avecinaba. El presidente del gobierno, sereno e impecable como requería su papel, seguía sentado solo en la cabecera de la mesa. Detrás de él, las llamas de la gigantesca chimenea situada a la izquierda de la sala se balanceaban sinuosamente, como bellas bailarinas del vientre, dando calidez, juego de luces y ambiente al suntuoso entorno, contrastando con la furiosa aguanieve que se hacía cada vez más intensa y vigorosa.
Se acercaba la hora de cenar. Antes, sin embargo, había que cumplir las últimas formalidades: era necesario un anuncio a la nación, ante la crisis energética, económica y alimentaria que golpeaba como un hacha al país y a todo el continente. El secretario de prensa, un hombre menudito y calvo, con traje oscuro y grandes gafas colgando de su rostro demacrado, se acercó a paso ligero, susurrando al oído del presidente algunas palabras clave. Había llegado la hora del directo. Detrás de él, las banderas italiana y europea se alzaban estáticas, montadas apresuradamente sobre relucientes pilares dorados.
"Italianos, conciudadanos, amigos, el momento está delicado. Los recursos escasean, las fuentes de energía se agotan y el invierno se anuncia especialmente crudo. Los productos de primera necesidad, así como el gas y la electricidad, podrían ser racionados. Por lo tanto, serán necesarios nuevos cambios en nuestros hábitos cotidianos. Adquieran principalmente alimentos a base de insectos, en cantidades especificadas por el gobierno. Se trata de alimentos respetuosos con el medio ambiente, ricos en proteínas y esenciales para la correcta ingesta nutricional de adultos y niños. Desplácense principalmente, en cumplimiento de la normativa sobre la crisis climática, en vehículos eléctricos, especialmente patinetes. Las temperaturas en el interior de los domicilios particulares y las oficinas públicas estarán sujetas a estrictos controles y no podrán superar en ningún caso el umbral de los 14 grados centígrados, mientras que el agua caliente sólo estará disponible por la noche. Para proteger la salud pública, ya está disponible la vacuna única calibrada para las variantes de covid y de gripe estacional. Cuídense y protéjanse, previniendo y deteniendo el contagio. Mantengámonos unidos, acatemos unas sencillas reglas. Todo irá bien... gracias por su cooperación. Todo el gobierno y Europa unida están orgullosos de ustedes. Buenas noches."
Una vez terminado el breve discurso en videoconferencia, la aprobación social, como de costumbre, se disparó. El mayordomo, ligeramente encorvado, entró en silencio en el gran salón de recepciones, seguido por los restantes miembros de la familia presidencial, para servir la cena.
"Señor, para usted el habitual bistec argentino poco hecho, acompañado de verduras de temporada y un excelente vino Chianti, está casi listo, mientras que para la señora el filete de lubina en costra de sal está terminando de cocinarse. Para los chicos, si me autorizan, haré servir inmediatamente el primer plato...". "Adelante". "Ah, si es tan amable, su jefe de gabinete me ha sugerido que le recuerde que, mañana por la mañana, su avión privado despegará puntualmente, después del desayuno, a las 8 de la mañana. La conferencia mundial sobre el clima le espera."
Fuente: https://www.weltanschauung.info/2023/01/insetti-e-chianti.html
Traducido por Counterpropaganda