Impasibles
En un mundo al revés, en el que ser sosegado y educado se considera un signo de debilidad evidente, en el que se tiene en mayor estima a los que ladran que a los que expresan educadamente su opinión, abrirse un espacio para analizar, sin histerias ni superestructuras, la realidad polifacética y compleja que nos rodea, es una tarea cada vez más difícil. Los modelos propuestos por los medios de comunicación y las televisiones son desoladores.
Guerreros de pacotilla en busca de un cuarto de hora de gloria se alternan con celebridades de cartón piedra que dictan sentencia sin fisuras sobre todos los temas, autodenominados expertos que, desde sus falsos tronos, compiten entre sí para ver quién suelta la patraña más grande, mientras que los narradores profesionales de la verdad prosiguen su labor de mistificación y criminalización de la disidencia, tiñendo de rasgos farsescos los debates y discusiones, que quedan reducidos a pueriles intercambios de insultos, a meras peleas de patio trasero.
Desenredarse de los matorrales y el fango de nuestro tiempo, sin dejar de ser vivos, analíticos y puros de espíritu en la medida de lo posible, es sin duda un camino difícil, pero desafiante. Mantenerse erguido en medio de las ruinas requiere pasión, valor, corazón, cabeza y visión de largo alcance. El camino que estamos recorriendo, por impermeable y lleno de obstáculos que sea, es el recto. Por tanto, nos opondremos a los gritos enloquecidos, a los rebuznos de los burros, con serenidad y sana motivación. Contrarrestaremos el fanatismo, la propaganda, el letargo de la razón y el sentido común con audacia y obstinación para proteger nuestras posiciones.
Una puerta se ha cerrado tras nosotros, proyectándonos hacia una realidad nueva e incierta que debemos afrontar dando la cara. Nos esperan duras pruebas, eso es seguro, pero estaremos preparados. Permanecer cuerdo entre los locos, despierto entre los dormidos, impasible ante las burlas y la hilaridad de los que están hartos y creen tener todas las respuestas en el bolsillo, sin temer la soledad ni el juicio de los demás: ése es, en este momento, el verdadero reto que hay que afrontar y ganar, contra todo y contra todos.
"De la escuela de guerra de la vida, lo que no me mata, me hace más fuerte."
(F. Nietzsche)
Fuente: https://www.weltanschauung.info/2023/02/impassibili.html
Traducido por Counterpropaganda