El rol de la tecnología en la era moderna - G.De Turris
¿Cómo conciliar mentalidades, intereses, pasiones orientadas hacia las tradiciones del pasado, con nuestro vivir en una realidad como la actual, dominada por la ciencia y la tecnología, es decir, la tecnociencia? ¿Cómo se puede estar al mismo tiempo espiritualmente en otro lugar y materialmente aquí y ahora? Todo un dilema, que si no se resuelve corre el riesgo de volvernos esquizofrénicos.
¿Cómo se vive en un mundo de máquinas conservando la propia humanidad? ¿Cómo vivir en un mundo de consumo, incluso de consumo inútil, sin convertirse en esclavo de ello? ¿Cómo vivir en un mundo que es falso, intentando al mismo tiempo seguir siendo auténticos?
No se trata sólo de problemas de hoy: en otras formas, las mismas preguntas ya se plantearon en los siglos pasados. Sin embargo, a principios del Tercer Milenio, las cosas han tomado un matiz distinto, podríamos decir más insidioso e insinuante, precisamente por el poder abrumador, el intrusismo, de la ciencia y la tecnología, en nuestras vidas privadas y cotidianas.
¿Quién no tiene un teléfono móvil? ¿Quién no tiene un ordenador? ¿Quién no tiene uno o varios televisores en casa? ¿Quién no tiene uno o varios coches, una o varias motos? Desde los años 90 se ha producido una verdadera revolución digital, electrónica, informática, que ha cambiado nuestras costumbres, una revolución que ha sido aceptada acríticamente desde el punto de vista de sus consecuencias personales y psicológicas. (..)
La tecnología ha producido indudables mejoras prácticas, ¿debemos rechazarlas? No, entre otras cosas porque es prácticamente imposible. La tecnología es nuestro destino ineludible. Una "jaula de hierro" (por utilizar una expresión de Max Weber) que nos ha encerrado en su interior: por tanto, es necesario saber vivir con ella, encontrar una solución psicológica y espiritualmente aceptable, también porque, como escribió un famoso mitólogo, Joseph Campell, "la tecnología no puede salvarnos".
Evidentemente, se refiere a una salvación totalmente interior. Hay que distinguir entonces dos planos: el externo y el interno. "El que no se deja esclavizar por las cosas presentes es un amante de los cuentos de hadas", decía J.R.R Tolkien, el autor de El Señor de los Anillos.
Este resumen de la vida puede aplicarse también a nuestra relación con la tecnología, que ha alcanzado un nivel omnipresente: podemos utilizarla de forma desmesurada, podemos servimos de ella de forma desencantada, considerándola sólo una mejora de lo que utilizábamos antes: el ordenador como una máquina de escribir más eficaz, que permite corregir textos sin recurrir a borrarlos con un bolígrafo o un tipex... no como un nuevo moloch al que debemos sacrificar nuestras vidas, no como un nuevo tótem al que rendir culto, no como algo que condiciona nuestras prácticas y mentalidades.
Y lo mismo cabe decir del automóvil, otro instrumento que ha cambiado profundamente la vida en el Occidente en el último siglo: una divinidad que, como se ha escrito, casi exige sacrificios humanos diarios. De la que ahora no podemos prescindir, pero que ha cambiado la estructura de las ciudades y nuestra forma de observar el mundo.
No dejarse esclavizar por las cosas presentes: psicológica y espiritualmente. No encerrarse en un pasado preindustrial irreal, sino utilizarlas y no ser utilizado por ellas. Poder, incluso y cuando sea necesario, prescindir de ellas.
Pero sin ningún ridículo fundamentalismo, porque quien tiene una mentalidad antimoderna, quien ama las tradiciones del pasado, lo es no tanto exteriormente como interiormente, y ni siquiera necesita demostrarlo de forma descarada y, por tanto, moderna.
Un cierto inconformismo saludable, ecologista y antitecnológico que está de moda hoy en día es, de hecho, sólo eso: una moda, un postureo, una actitud, una tendencia, como suele decirse, que es completamente descarada y exterior. Lo que huele muchísimo a conformismo. Sin profundidad cultural, doctrinal, espiritual y, nos atreveríamos a añadir, tradicional.
Extracto de "Signos de los tiempos", G. De Turris
Fuente: https://www.weltanschauung.info/2018/05/il-ruolo-della-tecnologia-nellepoca.html
Traducido por Counterpropaganda