Ahora que se acerca el quinto aniversario del inicio de la falsa pandemia, me pongo a pensar en cómo estos últimos años me han cambiado.
Este viaje no ha sido fácil y, aunque parezca que lo peor ya pasó, no nos engañemos, no es así en absoluto.
Como puedes leer, el optimismo no es lo mío y ojalá mis previsiones sean equivocadas, pero de algo estoy absolutamente seguro: no soy la misma persona que era en febrero de 2020.
Solía ser muy ingenuo respecto a cómo se maneja el mundo y debo admitir que a menudo echo de menos aquellos días de «ignorancia».
No saber o no querer saber es mucho más fácil que vivir día a día con la conciencia de que nuestro mundo está dirigido por criminales.
De todos modos, a pesar de la amargura, a día de hoy creo que soy mejor persona y no me gustaría volver atrás.
Y a ti, ¿cómo te han cambiado los últimos 5 años?
Espero leer tus comentarios.
En estos últimos cinco años he cambiado tanto que soy forastera en tierra extraña. Aún así, mantego la certeza que ,de mi piel hacía dentro, mando yo
lo sucedido y lo descarnado de sus efectos sobre la salud de todos los vacunados obliga a actuar con pragmatismo y tomar postura ante las élites, esas que buscan deshacerse de nosotros. Desde el inicio del genocida suceso afirme que se trataba de guerra biologica y ahora lo sigo diciendo, solo que hoy los que lo escuchan prefieren callar, antes me miraban como un loco o amargado al oirlo, pues casi todos tienen en su familia muertos y afectados en su salud por los tratamientos, las vacunas y los efectos secundarios de las mismas.
El daño esta hecho, pero seguramente no se pueda evitar wue continúe este genocidio.