Cómo los estafadores del clima planean obligarnos a vivir en gulags inteligentes - Paul Cudenec
[Este artículo de The Acorn, que también aparece en OffGuardian, es una síntesis de la importante investigación llevada a cabo por Kate Mason. Sigue su trabajo directamente en su blog en Substack]
Desde Australia y Nueva Zelanda están surgiendo pruebas impactantes de cómo se está utilizando la estafa climática para imponer un futuro tecno-totalitario de ciudades inteligentes.
Los imperialistas globales criminócratas a menudo utilizan sus colonias en la Commonwealth para ensayar las fases más insidiosas de su tiranía: pensemos en Canadá, Nueva Zelanda y Australia durante el covid.
Por lo tanto, podemos suponer que este va a ser el plan para el despliegue de su agenda de la Cuarta Revolución Industrial en todo el mundo.
El siniestro plan en cuestión, llamado "Retirada Controlada", ha sido expuesto por la investigadora independiente Kate Mason en su excelente blog en Substack destinado a "desmontar las narrativas de la Cuarta Revolución Industrial".
La idea es que se están utilizando "modelos" exagerados de los supuestos efectos del "cambio climático" para definir determinadas zonas como inadecuadas para los asentamientos humanos.
En colaboración con el estado, el sector de los seguros, que durante mucho tiempo ha sido uno de los pilares del corrupto imperio criminocrático, considera que las viviendas situadas en esas zonas son "no asegurables".
Los bancos también juegan su papel (¡por supuesto!) diciendo que no están dispuestos a conceder hipotecas para estas propiedades "no asegurables".
En su último artículo, Kate se refiere a un reportaje televisivo sobre Kensington Banks, cerca del centro de Melbourne, que acaba de ser declarado zona inundable.
Escribe: "Se espera que los precios de la vivienda caigan un 20%. Me parece una estimación bastante moderada: ¿quién va a comprar en una zona inundable? A no ser que se trate de un promotor que lo arrasará todo y construirá un complejo inteligente y resiliente".
Mientras tanto, en Nueva Zelanda, los habitantes están en pie de guerra por los intentos de imponer la "retirada" de las zonas costeras con el pretexto de la subida prevista del nivel del mar.
Como muestra este reportaje, no se tragan la propaganda alarmista sobre el clima.
Tim Rees dijo: "Llevo viviendo junto a la playa de Paraparaumu desde 1965 y la verdad es que la playa está creciendo. Hace 45 años que buceo en la isla de Kāpiti y las rocas siguen teniendo la misma altura con la marea baja".
Tania Lees añadió: "La ciencia no está asentada y no hay consenso. No creemos que el nivel del mar esté subiendo de forma significativa y que nos vayamos a inundar todos".
Tania Lees explicó que los gobiernos central y local no pueden financiar "un proceso de esta envergadura". "Hasta ahora, los contribuyentes han pagado más de 4 millones de dólares por el proceso de Takutai Kāpiti.”
"Sencillamente, no podemos permitirnos gastar más. De aplicarse, la retirada controlada superaría los 1.000 millones de dólares."
En cuanto a la agenda que se esconde detrás de todo esto, Kate escribe: "Encontrar la información sobre la modelización del cambio climático y los seguros me ha servido para unir los puntos en relación con la enorme cantidad de construcciones de bloques de viviendas apiladas que se están llevando a cabo en Australia.
"Van a tener que colocarnos a todos en algún sitio cuando nuestras casas no se puedan asegurar y tengamos que venderlas por una miseria."
"Está claro que se trata de Ciudades Inteligentes Resilientes. Todo conectado a Internet y los datos recopilados, almacenados y utilizados como modelos para dictar medidas gubernamentales de control y represión cada vez más distópicas."
A título de confirmación, revela que el Consejo de Seguros de Australia, que participa en la Retirada Controlada, trabaja dentro del modelo de asociación público-privada y se adhiere a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, siendo incluso miembro fundador de los Principios de las Naciones Unidas para los Seguros Sostenibles.
La agenda de la ONU sobre los gulags inteligentes se presentó en su folleto de 80 páginas titulado "Situar a las personas en las ciudades inteligentes: Un manual para gobiernos locales y regionales", como informamos en 2022.
También en 2022, el Consejo Australiano del Clima publicó un estudio en el que se estimaba que 1 de cada 25 viviendas y edificios comerciales del país no podrían asegurarse en 2030 debido al "empeoramiento de los fenómenos meteorológicos extremos".
Según el estudio, las inundaciones fluviales suponen el mayor riesgo, mientras que las crecidas repentinas y los incendios forestales son los otros peligros que contribuyen a que las propiedades se vuelvan "no asegurables".
Además de abogar por "reubicaciones controladas", el informe subraya la necesidad de "aumentar las inversiones públicas en resiliencia" y de "ayudar a las comunidades a reconstruir mejor".
Declara: "Los pueblos, ciudades y comunidades deben reconstruirse - cuando sea apropiado - de forma que tengan en cuenta los inevitables cambios climáticos futuros y sean más resilientes".
No es de extrañar que este informe se exhibiera con orgullo en el sitio web del Foro Económico Mundial...
Fuente:
Traducido por Counterpropaganda
Gracias por el trabajo de traducir y publicar esto aquí. Compartiré con mi círculo de personas que hablan español.