19 de marzo, Día del Padre
A los padres que no se rinden, que dan el ejemplo. A los padres que no se abandonan, que van por el buen camino, que aceptan el reto.
A los padres que no se homologan, que tienen los hombros anchos y la mirada orgullosa. Que atraviesan la tormenta sin desfallecer, que reparten sonrisas incluso en los momentos más oscuros, que se blindan contra los dardos envenenados que lanza el mundo moderno.
A los padres que no se doblegan. Que luchan, que se esfuerzan, que sudan, que se abren paso entre las ruinas. Que naufragan, todavía, en la dulzura de la mirada pura de sus hijos, que se alegran de sus progresos, que se conmueven, sin verlos, cuando se duermen, angelicales, en sus brazos.
A los padres cansados pero aún no domados, con la espalda rota y los ojos enrojecidos por la fatiga, pero siempre dispuestos a coger de la mano a sus pequeñas criaturas, a llevarlas a hombros, a correr con ellas por un prado a toda velocidad, a enseñarles lo que de verdad cuenta en la vida.
A los padres olvidados, chantajeados, acosados, pero no derrotados. Que encuentran motivación donde otros sólo ven obstáculos, que aún no han acallado la voz de la conciencia, cuya piel está marcada por años de sacrificio y sufrimiento profundo.
A los padres que aún pueden mirarse al espejo, sin remordimientos, equilibristas de lo cotidiano, héroes, luz y esperanza de estos tiempos.
A los padres que aman a sus mujeres. Que, a pesar de todo, mantienen intacta su humanidad, sus ganas, su ánimo luchador. Que nunca escatiman caricias y apoyo a sus seres queridos, que traducen el pensamiento en acción.
A los padres que aún tienen el valor de serlo, honor, estima y respeto.
Fuente: https://t.me/weltanschauungitaliaofficial/4854
Traducido por Counterpropaganda